Pues bien. Hoy cumplo 11 días com madre. 11 días que a veces se sienten un suspiro y a veces se sienten un año.
11 días que no han tenido noches y el reloj marca el tiempo en términos de cambios de pañal y tomas de leche.
Sobra decir que no soy una experta en el tema de ser madre. Pero sí que me he adentrado a serlo. Hay un interruptor interno que se prende y PUM el mommy brain que me traía atontada me tiene dando respuestas que me sorprenden incluso a mi.
He tenido la bendición de tener muchas mamás a mi alrededor que comparten sus experiencia conmigo y de muy buena voluntad comparten sus conocimientos también.
En estos días y recordando las tantas otras experiencias que he tenido respecto a la maternidad, observo que hay como dos formas de vivirla. Como un ritual o como un check list.
Entonces tienes a las mamás que por ejemplo al momento del baño ponen música, juegan el agua con el bebé y hablan tiernamente con bebé para que disfrute el bañito.
Por otro lado están las mamás que lo hacen tan rápido y tan eficientemente que no hay lugar a enfriamientos, ni errores...ni disfrute del bañito. Es una actividad más que ya se realizó, podemos tacharla de la lista.
No es que esté mal vivir en modo check list, hay muchas veces en las que la vida sería más sencilla si así hiciéramos las actividades y tareas. Pero, conocer la vida por primera vez, acercarse al amor de la familia...ma suena más a ritual que a otra cosa.
Definitivamente no hay tiempo que alcance para vivir el día de ritual en ritual, al menos no literalmente. Pero estoy segura de que entrar en modo check list no es lo que deseo para mi maternidad. Quiero organizarme y darme el tiempo de apreciar cada momento, cada experiencia.
Tan únicos y tan efímeros los momentos que estamos viviendo ahorita mi familia. Mi hermosa familia, mi amada familia, mi perfecta familia de 3 amorosos seres llenos de luz y de amor. Esta bella familia mía se merece ser más que una lista actividades a realizar, y aquí, de esta forma hago un contrato conmigo misma, para recordarme que aún en la prisa de la vida, el paso lento sigue siendo seguro.