Desde tiempos remotos se ha hablado de la importancia y trascendencia de aquellas cosas que superan el espectro visual del ojo humano, aquellas cosas a las que se les ha inferido un significado superior, casi divino.
Habrá quienes rápido hayan pensado en el amor y con justa razón porque el amor es la cosa más bella que se peude sentir y gran parte de su belleza estriba en la versatilidad del mismo, no me refiero a que un día ames y al otro no, sino a que puede amarse a tantas personas como se sienta ahí dentro.
Algunos otros seguro pensaron en cosas más sociales como la ética o la moral ya que tienen un importantísimo lugar en la sociedad en cuanto a la regulación y comportamiento de la misma.
No estoy segura de cuántas personas hayan pensado en la influenza porcina, virus que está acabando con la vida de muchas personas y ha paralizado la actividad en el DF además de contagiar al país entero de una angustia y un temor contra el que no se puede vacunar...¿será en verdad que toda la gente tiene tanto miedo? esque esa es mi preocupación, no veo en las personas esa conciencia de lo que una epidemia implica, porque nuevamente se trata de un algo que no puede verse, cómo despertar en la era de la imagen conciencia sobre aquello que no tiene forma ni color? Con que un microscopio sea capaz de percibir tales características en el virus será suficiente para la nación?
Deseo tanto que no se viviera en miedo, pero mientras más lo pienso más me pregunto ¿qué mundo es el que vivimos? ¿qué vida nos ha tocado enfrentar? Quizá tales preguntas resulten más personales y distantes al virus, pero me parece que en verdad no lo está tanto.
El miedo en que se vive hoy en México -como lo han conmentado ya mis compañeras- es por la inseguridad que se respira y ahora resulta que respirar resulta peligroso.