Que tema tan manoseado no? Adolescencia....casi que está en el aire, literalmente en todas las películas gringas taquilleras.
Son los gringos también los que definen tan bonito y tan claro la etapa, los llamados teens que va de los 13 a los 19. En todos esos años de mi vida, jamás me pensé adolescente (el que adolesce) porque la verdad es que esos fueron mis mejores años. Desde mi viaje a Syria hasta la prepa y todavía principios de carrera-que la verdad para mí fue como una extensión de la prepa-.
Fue entrados los 20 cuando me dolió, me llegó el dolor mas horrible para presentarse con tan obscuros sentimientos; la pérdida de personas cercanas, personas importantes y significativas, incluso responsables de épocas de felicidad en mi vida, personas que ahora son parte del viento o ángeles tal vez, pero ya no son lo que eran, no tangiblemente.
Comenzó entonces lo que acabó conmigo.
Todo lo que me parecía importante carecía de sentido, las cosas más absurdas merecían no sólo mi atención sino completamente toda yo. Ahora resulta tan lejano todo lo que pensaba y sentía que ni siquiera puedo acordarme mucho menos entenderlo, pero de sobra sé que me perdí.
Todas las películas y libros que hablan de mujeres que se van a mundos lejanos para encontrarse a sí mismas cobrabron un nuevo sentido, comencé mi propia búsqueda. No encontré nada, temí no encontralo nunca y todo lo que me parecía importante y había perdido ahora me parecía vital, pero simplemente no lo tenía, ni lo podía. Dejé de escribir, así de seca y atrapada estaba por dentro.
Tan sólo tengo 21, próximos a convertirse en 22. Con mucho orgullo puedo llamarme mujer, porque dejé de ser niña, crecí contra mi propia voluntad porque tuve que aceptar al tiempo como amigo y no lo contrario. No puedo explicar lo que le sucede a una oruga cuando se vuelve mariposa, o a una plantita cuando florece; pero lo entiendo así como entiendo mi propio pasado, así como me conozco a mí misma y me encanta lo que veo. Tuve que atreverme a mirar adentro sin temor, o mejor dicho, con temor pero con valor, con amor.
Aprendí que la vida no es fácil sino que uno la vive como nadando en el mar, sin luchar nunca en su contra; que saber la diferencia entre lo bueno y lo malo no es suficiente, hay que saberla entre lo bonito y lo fácil, lo malo y lo peligroso que no son nunca lo mismo ni llevan al mismo lugar. Lamentablemente aprendí y perdí, porque en la vida no existe el fabuloso ctrl Z, ni el back ni suprimir, en la vida los hechos se quedan más profundo que las palabras, incluso más que los sentimientos.
Encontré, pero no a mí misma, encontré que en realidad nunca me perdí, siempre me he tenido y siempre me tendré, no estoy sola.
Lo divertido de todo esto es que encuentro una nueva razón para demostrar que los gringos se equivocan, no hay edad para la adolescencia, a cada quien le llega cuando le tiene que llegar y dura lo que tiene que durar.