Hablar de ética se ha vuelto todo un tema. Incluso se le clasifica; la ética del periodismo, la ética del médico, la del político, etc. Pero la ética de personas (todas) no tiene lugar en tal clasificación, pues no todos enfrentamos las mismas situaciones, dicen los ilustres. La verdad es que puede hablarse de ética todo lo que se quiera - y se aguante- pero no se vivirá ética hasta que deje de clasificarse inecesariamene y deje de tratarse por medio de una computadora.
La función de la ética es regular, el comportamiento de las personas en sociedad, que va muy de la mano con la moral que es la relación del ser consigo mismo. No creo que pueda serse moral y no ético, pero bueno, son dos cosas separadas que se enseñan y se intentan inculcar, pero se siembra en arena mojada y se sorprenden de los resultados!
Existen muchos ejemplos de diversas situaciones en que se requiere de la ética para resolver el caso. Existe la respuesta institucional, a mi parecer demasiado impersonal para acercarse, que dicta que hay que hacer una lista de pros y contras y de personas que podrían ser afectadas así como la intensidad del daño.
Tal modalidad me suena a que bueno, podemos perjudicar a ciertas personas pero si es a la que menos afectamos está bien. Prefiero no entrar en discusión sobre la mejor manera de tomar una decisión ética, para mí es simple y no requiere de mayor detenimiento. Pero puede que algo tenga de razón mi compañero y no puede hablarse de ética hasta que se vive un conflicto.
El ejemplo que proporciona del exgobernador me parece que no es la única forma de vivir éticamente. El caso del mundo del boxeo que podemos ver en la película The harder they fall es un buen ejemplo de lo que puede sucederle a cualquier persona. En realidad cualquier situación ordinaria requiere siempre de ser tratada éticamente.
Las decisiones que toma a lo largo de la película el personaje Bogart presentan la opción de dos caminos. El primero es el éticamente correcto y el segundo el opuesto al primero. Bogart es quien se convence a sí mismo de que la ambigüedad abre la puerta a un tercer camino que en realidad lo lleva por el segundo. Toma varias decisiones que después intenta enderazar tomando la desviación -que siempre estuvo presente- al camino primero.
Acompañando sus decisiones su esposa y excolaborador le acompañaron haciéndole ver que se alejaba del camino que había llevado toda su vida, porque si una cosa es cierta es que una persona que toda su vida ha vivido en el camino de la ética, siempre puede cambiar. Bogart se daba cuenta de lo que ellos decían pero de pronto era como si se sintiera atrapado y no pudiera ya salirse, por un momento así lo pareció, pero como siempre, hubo la opción y lo mejor es que se decidió y actuó en concordancia.
El mesaje de la película, o mejor dicho los diversos mensajes me hicieron pensar también.
Uno de mis pensamientos está dedicado al cambio de percepción. Es simple, Bogart siepre fue un hombre de bien, honesto y recto. Por lo que como periodista fue capaz de lograr su arma más potente: credibilidad. Después, tomó otro camino y las personas parecieron no notarlo, precisamente por la credibilidad. Después, si una persona regresa al camino de bien, es de esperarse que lo haga desde una posición renovada y limpia, incluso de fuerza. Haber conocido la obscuridad definitivamente renueva la mirada a la luz, una mirada que aquellos que han vivido siempre deslumbrados no tienen hasta que conocen el camino.
Me aprece lamentable que una persona no pueda ganar respeto de la misma manera en que lo pierde. Un simple error que puede ser ocasionado por diversas razones incluso sataniza a algunas personas y cuando enmiendan el camino y se quieren sacudir, les es imposible. Lamentable pero realidad, así es y cuando se pierde algo no puede recuperarse, ni siquiera volver a ganarse, lo perdido no vuelve y hay que construir en otros lugares, otros cimientos, que al o mejor serán más fuertes, pero lo antiguos cimientos no lo sabrán.
En fin, vivir éticamente tiene que ver con ir al súper, comprar determinados productos, relacionarse con determinadas personas, dedicarse laboralmente a determinados oficios, vivir la vida de determinada manera.