Pudiera sonar un mundo maravilloso, sin embargo, las bases en que se funda dicho mundo (explicado a lo largo del libro), revela el sarcasmo de fondo en el título mismo.
¿Cómo pudiera concebirse si quiera, un mundo en el que no exista la literatura, ni la pintura, ni rasgo alguno de arte? ¿Cómo pudiera ser posible la existencia de una sociedad en la que se erradique toda diversidad de pensamiento y personalidad?
Este libro, en mi opinión, transforma la mente fértil del lector en un campo sembrado de interrogantes, cuyos frutos germinan gracias a la mayéutica interna de quien lee.
El fruto más importante que ha dado en mí es la valoración del mundo en el que vivo actualmente; ya que por imperfecto que sea, la libertad con la que llevo mi vida hace posible la plenitud de mi existencia.
Por otro lado, respecto de la familia, se dice que se ha perdido en algunas sociedades -como la norteamericana- el valor de la misma y que se ha perdido en lo que se conoce como familia nuclear. El planteamiento de Huxley deja en claro que aunque disfuncional, la familia es mucho más que una institución como plantea por su parte Foucault.
Entrando en el libro me tropiezo con una frase muy discutible.
"Todo cambio constituye una amenaza para la estabilidad"
Esa frase -entre otras- resulta verdaderamente escalofriante. La verdad es que enseñar a una sociedad a vivir bajo premisa de cero cambio jamás progresará ni mejorará y lo peor no es sólo eso, sino que asienta las bases de un sin sentido existencial.
Imaginemos a Virginia Wolf viviendo en el mundo feliz de Huxley; seguramente se quejaría de la falta de una habitación propia, como de hecho hizo en este mundo, puede asumirse que se quejaría también de otras cosas; pero la sutil diferencia es que no tendría manera de expresar tales inconformidades. Las privaciones no son sólo para aquél al que se le amarran las manos, sino también para quien no puede ser tocado. Por ejemplo el cambio que generó en mí (y otros) postre leerla (Wolf), no se habría dado jamás.
El simple hecho de pensar en esa posibilidad provocó en mí un escalofrío y cambió así el estado de mi piel, sin amenaza alguna.
Pensemos ahora en los cambios absolutos y radicales. Este país mantuvo la monotonía en el poder durante 71 años. Tiempo durante el cual sucedieron cosas buenas y cosas malas. Setenta y un años fueron suficientes para hartar a la sociedad mexicana y decidirla a que eran más las cosas malas que se vivieron en esos años. Gracias a la unión ciudadana se dio el cambio.
El partido del cambio habló de voltear a México hacia el sol y hacerlo brillar como nunca; de darle el lugar merecido a aquellas personas que sentían que lo habían perdido. El cambio se disfrazó del príncipe que acaba con el dragón y rescata a la princesa…y en quince minutos.
No es que tenga ganas de darle la razón a Huxley de decir que el cambio atrae la inestabilidad, pero no dejo de ver a mi alrededor.
En este post en particular la fuerza de tus palabras es impresionante, te felicito por ello y sabes que siempre es un placer leerte. Respecto a la reflexión sobre el cambio y la estabilidad debo admitir que es interesante. La verdad yo también cuestiono esa frase, ya que muchas veces para lograr la estabilidad hay que hacer cambios.
ResponderEliminarLa vida del "mundo feliz" me suena muy triste, la verdad no he leído el libro, pero me llama la atención. Leí alguna vez 1984 de George Orwell que igual nos planteaba un mundo tan opaco, tan triste para mí, concuerdo contigo leer y saber de cosas así hace que valoremos nuestro dinámico mundo, a nuestra familia y la gente que nos rodea.
Jajajajaja Rebe te quiero mucho, me hiciste reflexionar.